viernes, 10 de marzo de 2017

Adaptación de bacterias termofilas e hipertermofilas.



En primer lugar sus enzimas y otras proteínas son mucho más estables y el funcionamiento de sus macromoléculas es óptimo a altas temperaturas. Esto se consigue porque la secuencia difiere en unos pocos aminoácidos de una enzima que cataliza la misma reacción en mesofilas, pero esto hace que el plegamiento sea más termoestable. También hay un aumento en el número de pares iónicos presentes.
Hay un denso empaquetamiento del interior que es altamente hidrófobo lo que hace que resistan la desnaturalización.
Producen ciertos solutos en cantidades significativas como el di-inositol fosfato, diglicerol fosfato y manosilglicerato que ayuda a estabilizar las proteínas evitando su degradación térmica.
Otra de las adaptaciones es en la membrana plasmática que es muy rica en ácidos grasos permitiendo la funcionalidad y estabilidad a altas temperaturas. Estos ácidos grasos forman un ambiente hidrofobito. La membrana plasmática pasa a ser monocapa y en Archeas los lípidos se sustituyen por carbohidratos de cuarenta carbonos. En cuanto al ADN también hay variaciones en el grado de superenrollamiento.

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